La manzana en la oscuridad, cuarta novela de Clarice Lispector, es la crónica, casi como experiencia mística, de la reconstrucción de un yo destruido. Martim está convencido de que ha asesinado a su esposa. En un delirio de culpa y pena, en mitad de la noche comienza una huida que lo llevará al desierto más árido de Brasil, donde las piedras son sus únicas interlocutoras. Llegará a una hacienda aislada a cargo de Vitória, una solterona con miedo de vivir, y de su obsesiva prima Ermelinda, que tiene pánico a la muerte.
En el asfixiante verano brasileño, estos tres personajes tan distintos, pero igualmente dominantes, irán tomando conciencia de su propio aislamiento.