En estos once relatos, de atmósfera intimista, Clara Pastor nos revela su singular universo, situado en geografías difusas pero en ambientes muy precisos, reconocibles por los sutiles sentimientos de los personajes. En muchos de estos cuentos, los deseos nacen y mueren inadvertidamente para sus protagonistas—que procuran no alterar la calmada superficie de las apariencias, aunque tan pocas veces lo consigan—, salvo quizá cuando son niños. Un libro hermoso, que deleita tanto por su prosa, natural y fluida, como por la destreza con que la autora mueve los hilos de la trama, y fascina por todo lo que insinúa y entrega a la imaginación y la sensibilidad del lector.